segunda-feira, 23 de abril de 2012

libro - el día internacional

en este fin de semana he ido a la Feria del Libro en Granada :)
he estado a gusto por muchas horas, pero por supuesto que tengo de volver :)


y hoy al propósito del día Internacional del libro, una poesía, de este señor que todavía me ha seguido por toda la feria  :) 


Este es el prólogo.

Dejaría en este libro 
toda mi alma.
Este libro que ha visto
conmigo los paisajes 
y vivido horas santas.

¡Qué pena de los libros 
que nos llenan las manos 
de rosas y de estrellas 
y lentamente pasan!

¡Qué tristeza tan honda 
es mirar los retablos 
de dolores y penas 
que un corazón levanta!

Ver pasar los espectros 
de vidas que se borran,
ver al hombre desnudo 
en Pegaso sin alas,

ver la vida y la muerte, 
la síntesis del mundo,
que en espacios profundos
se miran y se abrazan.

Un libro de poesías 
es el otoño muerto:
los versos son las hojas 
negras en tierras blancas,

y la voz que los lee 
es el soplo del viento 
que les hunde en los pechos,
entrañables distancias.

El poeta es un árbol 
con frutos de tristeza 
y con hojas marchitas 
de llorar lo que ama.

El poeta es el médium 
de la Naturaleza 
que explica su grandeza
por medio de palabras.

El poeta comprende 
todo lo incomprensible, 
y a cosas que se odian, 
él, amigas las llama.

Sabe que los senderos 
son todos imposibles,
y por eso de noche 
va por ellos en calma.

En los libros de versos, 
entre rosas de sangre, 
van pasando las tristes 
y eternas caravanas

que hicieron al poeta 
cuando llora en las tardes,
rodeado y ceñido 
por sus propios fantasmas.

Poesía es amargura, 
miel celeste que mana 
de un panal invisible 
que fabrican las almas.

Poesía es lo imposible 
hecho posible. Arpa 
que tiene en vez de cuerdas
corazones y llamas.

Poesía es la vida 
que cruzamos con ansia
esperando al que lleva 
sin rumbo nuestra barca.

Libros dulces de versos
son los astros que pasan 
por el silencio mudo 
al reino de la Nada, 
escribiendo en el cielo 
sus estrofas de plata.

¡Oh, qué penas tan hondas 
y nunca remediadas, 
las voces dolorosas 
que los poetas cantan!

Dejaría en el libro 
este toda mi alma...

7 de agosto de 1918.
FREDERICO GARCIA LORCA










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